Reflexiones...

Una vez mas uso mi diario de abordo como una manera de exorcizar mis pensamientos. los hago públicos y de esa manera me libero de ellos.

Hoy estoy simplemente analizando lo acontecido y lo que quiero que acontezca. Veo que mi oscuridad no es tal. Simplemente soy uno mas en este mundo, con deseos y ambiciones de todo ser humano. Veo a mi alrededor reflejos de mí, y no me gustan. Frikis estancados, k no kieren moverse, que son felices con su posicion de no hacer nada, y , joder, verme reflejado en eso es un palo muy duro. Ver encapricharse con un montón de arena que luego no sirve para nada. Soy un soñador y como tal quiero ser algo grande, pero siempre me salto los pasos intermedios y así no funciona. Necesito exigirme mas de lo que ya hago. Porque yo Quiero MAS. Si esa es la definición; más y más. Ahora tengo lo que tengo que no es poco, pero quiero más; cuando tenga eso querre otro más. No voy a parar. No quiero puerto ni ancla. Solo construirme a mi manera.

Una cabeza amueblada pero desordenada. Una fuerza viva pero descentrada. Un fantasma muy vivo. Un caminante con muchos caminos.

Soy un soñador, pero el error es quedarse quieto soñando. Por eso necesito no parar. El estancarme solo me trae problemas. Cambiar sin parar.

Pero no me arrepiento de nada que he hecho. Bueno de algo sí; de no haber hecho mas cosas.

Todos aquellos que ahora sois los que de vez en cuando escribis en mi blog o si acaso lo leeis gracías por escucharme.

2 comentarios:

Miss Vinagre dijo...

Estancarse nunca es bueno, siempre hay algo nuevo que aprender, si sales del lago al rio descubres que al final esta el mar, y detras de ese mar otros mares y otras tierras.

Raro es quedarse quieto por que el viento y las mareas de los acontecimientos te arrancarán de tu estaticidad, a menos claro... que seas un percebe... pero a pesar de eso siempre hay aguerridos percebeiros...!

Anónimo dijo...

Si tan solo fuese certera la muerte como proceso de cambio y no como combustión de vida te confesaría mis angustias, te observaría, aprendería de ti y volvería a alzarme para tomar mi propio camino.

¡Ah! ¿Lo sientes? El final de otro día, el llegar de la noche y de su gélido tacto, tan similar a como imagino yo la caricia de la muerte... una serie de espasmos de un cuerpo de cuyo calor desaparece mientras la mente se atormenta en buscar un por qué, en vivir ese último instante en profundidad pero en terminarlo lo menos dolorosamente posible.

Oh, Juan, si tan solo hubiese un Dios que me viniese a ver y me dijese que mis temores carecen de fundamento, que él siempre ha estado allí, y con él la salvación de mi alma inmortal...

Si tan solo sintiese una vida espiritual con la claridad con la que percibo la vida orgánica y su inevitable deterioramiento y desaparición...

Si no hubiese una noche que me atemorizase y sólo un día, un Sol inmortal que abrigase mi pecho, que resplandeciera en mi pelo, que me hiciese sonreír con tanta fuerza; un Sol en el cielo y su reflejo en la tierra...

Cuantas y cuantas aventuras me quedarían por vivir y con cuantísimo ímpetu me abalanzaría sobre ellas, cómo las saborearía y apreciaría, cómo las...

Viviría.

Si tan solo vivir fuese vivir y no morir despacio.

P.D.: No te preocupes por lo aquí expuesto, de veras, solo me siento así de noche. Por cierto, me encanta tu blog.